Cárcamo de Dolores, fusión de arte y urbanismo

La sensibilidad de Diego Rivera, la arquitectura de Ricardo Rivas y la ingeniería de Eduardo Molina se conjugaron para darle vida a este recinto de la Ciudad de México.



Planificar y ordenar las ciudades de manera funcional es, a groso modo, la finalidad del urbanismo, lo que incluye también la creación y desarrollo de las obras hidráulicas. La Ciudad de México, desde 1951, cuenta con el Sistema Lerma, una de las infraestructuras más importantes de su tipo en la zona metropolitana del Valle de México. Uno de los remates de este sistema es el Cárcamo de Dolores, ubicado en la segunda sección del Bosque de Chapultepec.

En esta obra conmemorativa se fusionó la arquitectura de Ricardo Rivas, la pintura y escultura de Diego Rivera, así como la ingeniería hidráulica de Eduardo Molina Arévalo, lo que le brinda su estética única y relevancia histórica.

Esta infraestructura hidráulica incluye cerca de 300 pozos de extracción, bombas sumergibles y un acueducto que cruza el Parque Nacional de La Marquesa. Posee una sección circular de 3.2 metros de diámetro, donde se transportan hasta 14 mil litros de agua por segundo que abastecen a las delegaciones Miguel Hidalgo, Cuauhtémoc y Venustiano Carranza de la CDMX.

La magia de esta obra comienza en su exterior con la escultura de Tláloc, dios del agua y la lluvia, que posee dos cabezas: una viendo hacia el cielo y la otra hacia el cárcamo. Esta composición fue planeada para que los viajeros pudieran verla desde un avión al llegar a la capital de México.


El genio de Diego Rivera se manifiesta en el mural que se mantuvo 40 años bajo el agua, hasta la reapertura del recinto en 2002. El mural plasma el origen de la vida en la tierra, basada en la teoría de Aleksandr Oparin, por ello en el piso se ven los primeros organismos que comenzaron a poblar el planeta.

En los muros laterales se aprecian otras formas de vida: plantas, algunos vertebrados y anfibios. Además, destaca la aparición del antecesor del hombre moderno, el homo sapiens, en África y Asia.

En 2010, en este recinto el artista mexicano Ariel Guzik instaló una cámara Lambdoma, la cual registra por medio de sensores eléctricos el ruido del agua y del viento y los transforma en ondas sonoras perceptibles para nuestro oído.

Una obra de arte, una pieza de ingeniería hidráulica que ejemplifica el urbanismo en su máxima expresión.

Fuentes
Cárcamo de Dolores
http://www.cdmx.gob.mx/vive-cdmx/post/carcamo-de-dolores
Sistema Lerma: una visión política en la gestión pública del agua
https://agua.org.mx/wp-content/uploads/2015/05/Sistema_Lerma_vision_politica_gestionpublica_del_agua.pdf

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