Orígenes de su nombre
Debido a la carencia de inscripciones glíficas se desconoce cuál era el nombre prehispánico de El Rey, asentamiento ubicado en la parte sur de la isla de Cancún. La denominación actual surgió durante las primeras etapas de exploración, cuando se descubrió una escultura antropomorfa con una prenda tallada que pareció a los investigadores el tocado de un monarca. La cabeza de “El Rey” se integró al acervo del Museo Arqueológico de Cancún, actualmente en remodelación.
Importancia
El sitio arqueológico de El Rey parece haberse fundado hacia el año 300 antes de nuestra era, cuando se estableció un pequeño grupo que construyó casas de madera con techos de palma sobre pequeñas plataformas de piedra. Las investigaciones realizadas permiten suponer que siglos después, entre los años 200 y 1200 de nuestra era, sus habitantes se habrían dedicado fundamentalmente a las actividades pesqueras y a la extracción de sal para su propia subsistencia o posiblemente para pagar tributo a centros de poder regional y vender esos productos a los grandes núcleos poblacionales del interior de la península.
El Rey se convierte en un sitio relevante hasta tiempos tardíos (aprox. 1300 – 1550 de nuestra era), cuando llegaron grupos importantes a establecerse en las costas del actual Quintana Roo. Las estructuras que hoy pueden visitarse corresponden a un poblado dedicado a las actividades comerciales marítimas, aprovechando su privilegiada ubicación entre el mar Caribe y la laguna de Nichupté.
A la llegada de los españoles a esta región, los pobladores de El Rey, viendo destruidas las rutas de comercio marino que permitían su permanencia, huyeron hacia el interior de la península, dejando deshabitada su pequeña comunidad.
Además, es un lugar destinado fundamentalmente a la atención del turismo de sol y playa, El Rey es un oasis para quien desea tener una experiencia cultural y educativa diferente. Además de ser una zona de enorme interés arqueológico, se ha convertido en reserva de aves y reptiles que encontraron albergue y protección dentro de sus límites.
Descripción del sitio
Se trata de la zona arqueológica más importante de la isla de Cancún; el área consta de cuarenta y siete estructuras, que tuvieron funciones religiosas y civiles. Seguramente sirvieron como templos y residencias de personajes de alto estatus. En varios edificios restaurados aún pueden observarse restos de pintura mural con representaciones de deidades y elementos simbólicos asociados con el ritual maya del período Postclásico.
Posteriormente, las intervenciones arqueológicas efectuadas en los años setenta y ochenta del siglo XX hicieron posible que hoy día puedan visitarse las estructuras alineadas a lo largo de la calzada principal y sus dos pequeñas plazas. El edificio más importante es el número 2, que consta de un basamento piramidal con un templo, en el que se advierten al menos dos etapas constructivas. Durante las excavaciones efectuadas en el año 1975, en este edificio se encontró el entierro de una persona de alto rango, acompañado de un hacha de cobre, un brazalete y ornamentos de concha y hueso.
También son de interés los edificios 1 y 4, que son grandes galerías con columnatas que sostenían techos planos de madera; por sus dimensiones, los investigadores han adelantado la hipótesis de que se trata de construcciones de tipo administrativo, en los que se concertaban reuniones entre los grupos gobernantes. Anexo a estos edificios se hallan otros de menor importancia, que pudieron ser usados por funcionarios de menor rango y sacerdotes relacionados con los cultos públicos. En este conjunto hay un grupo de tres palacios, en los que aún se conservan restos de pintura mural.
Servicios disponibles en la Zona Arqueológica El Rey
Estacionamiento, sanitarios y expedición de boletos. También, hay guías certificados que ofrecen recorridos durante las horas de visita.
Horario
Lunes a domingo de 8 a 17 horas.
Fuente: INAH
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