Tipikal, Yucatán

El hallazgo de una estructura maya del período preclásico superior con antigüedad de 2,000 años, por sus características y estado de conservación, podría constituir uno de los más valiosos de la última década en esta zona. Es una vivienda precolombina de Tipikal, una muestra arquitectónica de carácter único, que se construyó entre 300 a.C y 300 d.C, y tiene evidencias de uso doméstico, lo que la hace excepcional entre otros hallazgos similares. Además, en el interior de la estructura se encontró una rica ofrenda funeraria con finos objetos de pedernal y jade, entre los que sobresale -por su volumen y originalidad- un hacha de piedra verde, probablemente jade, de 25 centímetros de largo, 15 de ancho, seis de espesor y peso aproximado de 2.5 kilos.

Según datos proporcionados por los expertos, Tipikal, comisaría del municipio de Maní, se ubica a 86 kilómetros al sureste de Mérida.

El hallazgo ocurrió a raíz de las obras de construcción de la carretera Mérida-Mayapán-Oxkutzcab. El INAH suscribió un convenio con la Secretaría de Comunicación y Transportes (SCT) para ejecutar trabajos de prospección arqueológica y rescate en la ampliación y libramiento de la carretera Mérida-Mayapán-Oxkutzcab .

En los límites de Mérida hay otras estructuras similares, como en los fraccionamientos Del Parque y Salvador Alvarado Oriente, pero que, a diferencia de la de Tipikal, tuvieron carácter ceremonial y cívico-religioso.

En los vestigios de la vivienda de Tipikal se conservan los basamentos y elementos de los muros en los que se aprecian el tipo de material perecedero que conformaba el resto de la habitación.

Con claridad se ven los espacios en los que se instalaban los postes de madera que sostenían la techumbre, lo que le da al hallazgo un carácter único, por la información valiosa que aporta sobre los orígenes de la vivienda maya en la región.

Es un hallazgo fuera de lo común también por su estado de conservación; el 80% de las evidencias arquitectónicas aún están, sólo desaparecieron los elementos de material perecedero.

La estructura fue hallada hace tres semanas, a la altura del kilómetro 76.840 del tramo Teabo-Oxkutzcab, en la sección marcada con el número 6.

El vestigio consta de dos estructuras prehispánicas, una de las cuales es más temprana, y corresponde a la vivienda maya preclásica . La primera construcción o subestructura (el basamento de uso doméstico) tiene forma elíptica o absidal. Es una vivienda maya que aún conserva los muros de mampostería, piedras labradas que alcanzan una altura máxima de 1.60 metros, lo que no es común en este tipo de hallazgos. En las paredes de la subestructura aún se pueden observar las huellas en donde estuvieron los postes de madera que sirvieron de sostén a la techumbre de la vivienda, al parecer de guano.

Las excavaciones también permitieron determinar la forma de la segunda construcción, que cubrió a la primera, durante el período clásico tardío (600-900 d.C.).

La construcción más reciente es un basamento de casi tres metros de altura, que tiene amplia escalinata de piedras labradas y estucadas.

A los costados, es decir, hacia el oriente y poniente de la escalinata (que mira hacia el norte) se encontraron muros remetidos en talud. En la parte superior de la estructura del clásico aún existen restos de los pisos de estuco y evidencias de los muros que posiblemente conformaron las habitaciones. No fue posible determinar las dimensiones ni la forma que tuvieron las piezas, debido al saqueo que ha sufrido este vestigio arqueológico.

Las piezas son extraordinarias: tienen más de 2,000 años, y, por las características que presentan, se infiere que llegaron a Yucatán por medio del comercio con Centroamérica.

La ofrenda funeraria se halló debajo del piso de la vivienda maya, a un profundidad de 30 centímetros, asociada con restos óseos muy fragmentados de un individuo, del que no se pudo precisar la posición anatómica que guardaba.

Por la riqueza de los objetos se presume que los restos corresponden a un personaje importante de la población. También se encontraron fragmentos de ollas y cajetes, entre otras vasijas, que están actualmente en período de restauración.

Las piezas halladas en la ofrenda son: un hacha de piedra verde, probablemente jade y de tamaño poco común en este tipo de herramientas; una punta de lanza de pedernal de fino acabado, un cuchillo de pedernal con huellas de trabajo de retoque en los bordes, un pectoral de jade en forma de perico, dos pendientes que recrean a colmillos de animales, dos cuentas circulares y tres tubulares, y dos pendientes pequeños en forma rectangular, todos de jade.

Por el momento las piezas serán objeto de estudio y análisis, pero posteriormente es probable que formen parte de una exhibición que se presentaría en el Museo Regional de Antropología "Palacio Cantón".

Fuente: México lindo y querido


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