En Yucatán, México se respira vida, esto es fácil de distinguirse, pues los paisajes que nos regala esta tierra son bellísimos y no dan descanso a los ojos, pues el asombro es constante. Uno de estos paisajes es la playa de Sisal, un lugar lleno de historia.
Este lugar era el puerto más importante en lo que se refería a la exportación de materias, sobretodo el henequén, esto a principios del siglo XIX. Hoy es un lugar donde el viajero puede apreciar de manera intensa la naturaleza.
Sus visitantes más distinguidos son las hermosísimas aves migratorias como el pato canadiense quien busca en este lugar paz y armonía durante el invierno. Los antiguos pobladores de la zona los cazaban ya sea como alimento o bien desprendían su plumaje para adornar su vestimenta. También se pueden localizar aquí, las estructuras que levantaron estos antiguos pobladores para protegerse de los piratas que llegaban a hurtar al antiguo puerto de Sisal.
En este lugar la comida la puedes obtener fresca, pues puedes comer con los pescadores del lugar por una suma muy pequeña y tendrás manjares como lo son la langosta, el pulpo, los camarones o caracol.
Además que de este lugar está muy cerca las zonas arqueológicas de Acancéh, Aké y Balamcanché.
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