Zona Arqueológica Tehuacalco, Guerrero

Ubicada en el Estado de Guerrero, no muy lejos de Acapulco. Para llegar se puede tomar la autopista del Sol y desviarse hacia Tierra colorada, puedes arribar a la zona por medio de transporte público tomando taxis desde El Ocotito o Tierra Colorada. La Zona Arqueológica se encuentra abierta de Martes a Domingo de 9 a 17 horas. 

Tehuacalco se ubica en la parte alta de una amplia loma donde fueron dispuestos los monumentos en torno a la Gran Plaza, remarcando en su planificación arquitectónica la relación con los cerros circundantes que eran considerados sagrados: La Compuerta, el Capulín, Tierra Colorada y el Gavilán. Así, se representó el esquema de la cosmogonía prehispánica, donde el santuario fungió como el quinto rumbo, el centro, fortaleciendo su reconocimiento y su sentido ritual.

Fue un señorío que fungió como un centro ceremonial de culto al Sol, a los cerros y al agua. Sus antecedentes datan desde el 800 a.C. cuando la localidad se vuelve centro de atención de rituales ante la gran cantidad de cuevas, manantiales y promontorios naturales de granito donde se iban a colocar ofrendas destinadas a las deidades agrícolas de la fertilidad.

Así, hacia el año 650 d.C. comienzan a edificarse las grandes estructuras de Tehuacalco. En torno a una gran plaza son construidos El Palacio, el Templo Principal en la Encinera, el Conjunto Solar y múltiples estructuras cuya arquitectura y nociones rituales se verían enriquecidas hacía el año 1000 d.C. con una fuerte influencia tolteca que configuró el centro ceremonial como lo conocemos hoy en día, con la materialización del culto al Sol y a los cerros, al fuego y al agua, al rayo y a la piedra, denotado reiterativamente en la arquitectura, los alineamientos visuales, marcadores, la imitación a las cimas sagradas y la iconografía.

Hacia el año 1300 d.C. decae Tehuacalco como asentamiento ante las pugnas étnicas, cuando se convierte en parte del territorio de los yopes. Por 200 años más continuó como sede de los cultos que alguna vez lo vieron surgir, aunque muchos de sus espacios en otros tiempos eran sagrados, se convierten en unidades habitacionales.

Tehuacalco se ubica en la parte alta de una amplia loma donde fueron dispuestos los monumentos en torno a la Gran Plaza, remarcando en su planificación arquitectónica la relación con los cerros circundantes que eran considerados sagrados: La Compuerta, el Capulín, Tierra Colorada y el Gavilán. Así, se representó el esquema de la cosmogonía prehispánica, donde el santuario fungió como el quinto rumbo, el centro, fortaleciendo su reconocimiento y su sentido ritual. Hasta el momento se conocen 19 estructuras, de las cuales cinco son complejos arquitectónicos mayores: La Encinera o Templo Principal, El Palacio, El Templo del Espejo de Agua, el Juego de Pelota y La Plataforma Habitacional.

Fuente: México lindo y querido

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