Zona Arqueológica de Paquimé, Sonora

Paquimé fue un asentamiento puertas en prehispánico que influyó en el noroeste de la Sierra Madre Occidental; la mayor parte del oeste del Chihuahua y algunas áreas de Sonora, Arizona y Nuevo México. Se piensa que llegó a tener unos 3 500 habitantes, pero se desconocen su filiación lingüística y étnica.

El sitio es famoso por sus construcciones de adobe y susorma de "T". De su extensión total sólo una fracción está cercada, y una menor excavada. Sus edificios tienen rasgos de la cultura de Oasis América y demuestra la destreza de los arquitectos prehispánicos.

En el oeste de esta ciudad hay una hilera de estructuras construidas con relleno y piedra que probablemente estuvieron cubiertas con cal pintada; se piensa que éstas eran los centros ceremoniales.

Algunas investigaciones sostienen que Paquimé se desarrolló la cultura Salado de Oasis América. Otros afirman que fue resultado de la invasión de una elite del México central. Así se generó un puesto de comercio foráneo dedicado a la producción de plumas de guacamayas, al intercambio de conchas, cerámica, cobre, entre otras cosas.

Recorrido.

Juego de Pelota. Es similar a los del México central aunque con esquinas redondeadas. En otras partes de la zona arqueológica se hallaron dos anillos con espiga, labrados en piedra, que corresponden al mismo tipo de cancha. Por su forma parece ser que el tipo de juego era parecido al que vieron los españoles en Tenochtitlán.

Casa de los Hornos. Deriva su nombre de los cuatros hornos asociados a las habitaciones, donde se cocinaba el agave para preparar mezcal.

Montículo de la Cruz. Está compuesto por cinco montículos: uno en forma de cruz, los otros son redondos. Se encuentra orientado de acuerdo con los puntos cardinales, pero sin mucha precisión.

Casa Amurallada. Fue construida en el Periodo Medio; existen evidencias de que esta construcción sufrió varias modificaciones en distintas épocas.

Casa del Pozo o de la Noria. Antes de llegar a la cima en donde se encuentra la casa se puede observar una construcción parcial de un piso y un techo; se conservan los postes, las vigas y los travesaños. Abajo de cada poste existe una gran piedra labrada –plana y circular– que distribuye el peso, a su alrededor había varias piedras bola que fungían como cuñas. También se aprecian otros detalles del segundo piso, como sus puertas. Aquí el visitante puede darse cuenta de que está parado sobre el relleno que conformaban los demás pisos y sus muros. En el siguiente cuarto se encontraron más de tres millones de pequeñas conchas de mar, procedentes de la costa del Pacífico. Al sur, una escalera rústica, conduce a los a los vestigios del sistema de canales que llevaban el agua a las antiguas construcciones.

También se observa un canal que termina en un pozo lleno de gravilla, lo que permitió al agua caer sin ocasionar problemas de erosión. Este canal alimentaba una noria cuya profundidad es de 12 metros, aproximadamente. Para llegar al nivel freático existían unas escaleras. Al excavar el relleno que las cubría se encontraron ofrendas de turquesa, cobre y concha. La Casa de la Noria, con el resto del sistema de abastecimiento de agua, representa una de las construcciones hidráulicas más impresionantes del México antiguo.

Casa de los Cráneos. Se trata de un conjunto de patios y cuartos entre los que se distingue una habitación en forma de cruz. Allí se encontraron varios huesos largos y cráneos humanos.

Casa de los Muertos. La conforman un conjunto de cuartos situados al oeste de un gran patio que contiene unas pequeñas bardas que formaban jaulas de pavos. Esta casa deriva de su nombre de los 90 entierros localizados bajo sus pisos.

Casa de las Columnas. Es un área de patios y cuartos que llegó a tener varios pisos, quizá hasta cuatro o cinco. En algunas paredes se puede apreciar las huellas de los tapancos y pisos.

A la estructura más alta, parecida a un obelisco, se le identifica como "el pilarón" aunque no es; en realidad se trata de la esquina de un edificio de algunos pisos que por razones desconocidas resultó más resistente que los demás.

En los muros sureños de la Casa de las columnas los detalles de construcción están muy claros: los muros se fabricaron rellenando una estructura de madera con tierra húmeda que luego se apisonaba; esta técnica es parecida a la de cemento colado o vaciado actual. Cabe destacar que este adobe no llevaba paja, es decir, aunque lo llamemos "adobe" no tiene forma de tabique ni lleva algún tipo de catalizador.

Casa de Serpiente. Esta aislada unidad habitacional se abandonó antes del apogeo de Paquemé, y fue utilizada después como criadero de aves para entierros.

Montículo de la Serpiente. A corta distancia de esa casa hay un montículo largo, bajo y ondulante hecho de piedra; se afirma que representa a Quetzalcóatl.

Hacia el suroeste, sobre el horizonte, destaca el cerro de Moctezuma, sobre su cima se observa una línea negra: es una estructura de piedra compuesta por dos círculos concéntricos que miden entre 15 y 25 metros de diámetro. Se cree que fue un mirador o puesto de observación de carácter militar, ya que desde allí se dominan completamente los valles de Casa Grandes y Piedras Verdes. Es probable que el cuartel del mirador estuviera sobre una planicie, a un kilómetro rumbo al norte.

Montículo del Pájaro. Este montículo semeja la silueta de un ave degollada. Las escaleras forman las patas y los distintos cuerpos de la construcción las alas, la cola, entre otras cosas.

Montículo de los Héroes. Debe su nombre al numeroso grupo de revolucionarios maderistas enterrados allí en 1911.

Casas de las Guacamayas. Se le identifica por la presencia de varias jaulas para estas aves, además de metates. En las jaulas fueron encontradas cascarones de huevo y huesos de aves ya adultas.

Los huesos indican que se criaban dos tipos de guacamayas: el militar (Ara militaris) y el rojo (Ara macao). La actual guacamaya militar habita en las barrancas cálidas de la Sierra Madre Occidental, en la colindancia con Chihuahua y Sinaloa; o sea, varios cientos de kilómetros al suroeste de Paquimé. La guacamaya roja es originaria de la tierra caliente de la costa de Veracruz.

Depósito de Agua. En la entrada se encuentra una estructura que sirvió como tanque de sedimentación del cual se filtraba el agua al volumen principal; a través de una compuerta se daba salida al agua que, por varios canales, pasaba por las áreas habitaciones.

Montículo de las Ofrendas. Es una estructura compuesta por un patio hundido y basamentos irregulares. En el costado norte del patio hundido se encuentran dos criptas. En la primera se halló un entierro secundario en una olla grande. Los restos en ella depositados eran de un hombre de alto rango, se calcula que tendría 50 años de edad al morir.

En la segunda estaban los restos de un hombre y una mujer de unos 30 y 40 años de edad, respectivamente. Entre las ofrendas existía una piedra esculpida con un hueco en forma de una puerta en "T". Estas piezas se exhiben en la Sala Norte, Museo Nacional de Antropología, en la ciudad de México.

La zona arqueológica está aproximadamente a 350 kilómetros al noroeste de la capital del estado de Chihuahua, y a medio kilómetro de la ciudad de Casas Grandes.

La zona puede ser visitada de lunes a domingo, de 8:00 a 17:00 horas; cuenta con estacionamiento, sanitarios y custodios.

Precio de admisión $38.00. Están exentos de pago: los niños, estudiantes, maestros y personas mayores (INSEN) con credencial vigente, presentándola en la entrada. Los domingos y días festivos la entrada es gratuita al público nacional, presentando credencial del IFE.

Fuente: ZONA ARQUEOLÓGICA PAQUIMÉ

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