Zona Arqueológica Ixtlán del Río, Nayarit

Las culturas prehispánicas dejaron un sinfín de testimonios de sus sociedades y estilos de vida, en cada una de los sitios arqueológicos que México le regala al mundo siempre hay un nuevo enigma que descubrir. La zona Arqueológica de Ixtlán del Río es una más de estos ejemplos y la única zona descubierta en su totalidad en el estado de Nayarit.

La hermosa naturaleza que tiene Nayarit hicieron que los antiguos habitantes de Ixtlán se asentaran aquí, incluso se habla de que son en buena parta los que no hicieron el viaje hacia Aztlán, la tierra prometida de los aztecas.

La mayor parte de las zonas arqueológicas que Ixtlán tiene han sido saqueadas y en algunos casos destruidas casi por completo. Los objetos saqueados fueron depositados por los pobladores prehispánicos como ofrenda a sus muertos y deidades en "tumbas de tiro", lo que propició su conservación.

Recorrido.

En la actualidad la zona arqueológica se encuentra delimitada por la vía del ferrocarril del Pacífico y la Carretera Internacional. Su extensión es de aproximadamente 50 hectáreas, pero solamente ocho pertenecen al sitio.

Sección C

Está en la entrada de la zona arqueológica; en la parte sur se compone por tres estructuras exploradas y restauradas que forman parte de un conjunto mayor de plaza y edificios con un altar central. De las edificaciones exploradas sobresale una, de dos cuerpos rectangulares y de una sola planta cuyas escalinatas dan hacia la plaza. También hay grandes columnas que sirvieron para apoyo de los techos de dos grandes salones; uno, el del este, tiene un cuarto y escalinata integrada al muro de la parte posterior de la estructura.

Altar Central Plaza C

Es una estructura en forma piramidal de dos cuerpos con escalinatas por los cuatro lados; una alfarda, rematada con un elemento en forma de dado en la parte superior, los limita.

Basamento Piramidal de dos Cuerpos

Está en el centro de la Plaza C; su escalinata se orienta el oeste y está limitado por dos montículos sin explorar, que formaron parte de la plaza. La estructura, igual que los otros monumentos, tiene muros de contención de piedra sobre los que se ponía revestimiento.

Sección B

Está compuesta por dos plazas limitadas por estructuras que corresponden a basamentos para inmuebles y pequeños altares con forma piramidal. En ambas plazas hay nueve monumentos, con forma rectangular, explorada y restaurada; en el centro tienen un pequeño basamento, similar a un altar ceremonial; su dimensión y la altura varía y están en relación con la topografía del terreno y las necesidades del conjunto. Las escalinatas de las construcciones dan hacia la plaza, que tiene tres espacios cerrados con el del frente abierto y pilares que soportan los techos. También hay restos de pisos de tierra, huella de la ocupación prehispánica; sistemas constructivos con base en muros de contención revestidos por muros de piedra con relieves, cuyos motivos son animales y símbolos religiosos.

Sección A

Corresponde a la zona de exploraciones iniciales formada por cuatro estructuras; dos de ellas están restauradas y tienen forma rectangular con columnas al frente, que limitan los espacios de habitación, estas dos estructuras forman parte de la plaza con basamento piramidal con altar central y otras estructuras sin explorar (montículos al norte y oriente de la plaza).

En este conjunto sobresale la pirámide circular, estructura más importante de la zona arqueológica que, por forma y acabados, constituye uno de las obras más bellas de la arquitectura prehispánica en el Occidente de México. "El monumento es de planta redonda con 24 metros de diámetro y 4 metros de altura, originalmente fue un cilindro de paredes verticales a manera de tambor compacto coronado por un pretil perforado por troneras en forma de cruz que dan a la edificación el aspecto de un gran bracero, con cinco escaleras armónicamente distribuidas en su contorno"; en la parte superior hay dos adoratorios de planta rectangular, y se le conoce como monumento a Quetzalcóatl o Ehécatl, debido a sus características y elementos arquitectónicos.

Cómo llegar.

Está al borde de la carretera Internacional de Guadalajara a Tepic. Es conocida como Los Toriles –nombre dado por los expropietarios del terreno– y así se le identifica localmente.

Información del sitio.

Días de visita:

De lunes a domingo.

Precio de entrada:

$ 24.00 pesos.

Horario:

De 8 a 17 horas.

Servicios:

Vigilancia y custodios.

Los textos de esta miniguía se basan en los trabajos de Raúl Martín Arana Álvarez, Eduardo S. Contreras, José Corona Núñez y Rodolfo Castro Hernández.

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