Zona Arqueológica Las Flores, Tamaulipas

Es en 1907 cuando se empiezan a realizar las primeras excavaciones de esta zona arqueológica. Pero Tampico seguía creciendo y en 1925 la urbanización alcanzó al lugar y lo destruyó casi en su totalidad, solo quedando un montículo que aún hoy se encuentra en la Colonia que da el nombre a la ruina de Las Flores.

De antecedentes Huastecos La Pirámide de las Flores debió jugar un papel preponderante entre los pueblos y aldeas que se asentaron a orillas de la laguna de El Chairel, en la desembocadura del río Pánuco. Su desarrollo se dio principalmente en el periodo Pánuco V, es decir entre los años 1000 y 1250 de nuestra era.

Arturo Guevara Sánchez lleva a cabo, en 1991, un proyecto de liberación, consolidación y apertura al público de este monumento. A partir de entonces cuenta con las instalaciones necesarias para su adecuada visita, así como una cubierta metálica que protege al monumento de la intemperie. Se ubica en la Avenida Chairel núm. 36, colonia Las Flores, Tampico. Se puede llegar desde el centro de la ciudad siguiendo la avenida Hidalgo, tres cuadras después del cruce con la avenida Ejército Mexicano.

Originalmente el sitio se componía de 22 estructuras o montículos similares a la pirámide, aunque de tamaño y diámetro variables. Las Flores era un asentamiento situado en un lugar prominente desde donde se dominan las lagunas. En aquella época y hasta principios del siglo XX, predominaba una vegetación exuberante, casi selvática, en la que los manglares cubrían una considerable extensión de las lagunas. Las lagunas constituyeron el recurso más importante como fuente de alimento para los cientos de aldeas pesqueras que se asentaron en sus riberas, así como vía de comunicación entre ellas

La pirámide. Se trata de un basamento circular en forma de cono truncado, de aproximadamente 6m de altura por 36m de base. En su interior hay evidencias de 26 pisos de argamasa (mezcla de cal y arena), que corresponden a otras seis subestructuras o edificios construidos con anterioridad. Cada nuevo edificio se erigió sobre el anterior conservando la misma forma, aunque variaba en altura. La cima de la estructura estuvo coronada por un templo de planta circular y techo cónico construido de madera y palma. Las excavaciones revelaron que algunos de los templos anteriores carecieron de muros, por lo que tal vez el techo se sostenía sobre horcones dejando a la vista el interior.

Se desconocen los dioses a los que estaba dedicado el templo, así como el tipo de ritos que celebraban; sin embargo, en los años cuarenta se descubrió en este sitio la bella escultura de una diosa Teem, o deidad de la fertilidad. Este tipo de diosas que representan a mujeres semidesnudas con las manos sobre el vientre, portando un gran tocado, es común en la Huasteca. Por mediación de ellas se rendía culto a las fuerzas naturales que propiciaban el crecimiento de las plantas –particularmente el maíz– y la fecundidad de los seres vivos. Esta escultura se exhibe actualmente en el Museo Regional Potosino.

Los días y horario de servicio es de martes a domingo de 10:00 a 6:00 horas. Cuenta con servicio de custodia, cédulas informativas en español e inglés, señalización urbana y sanitaria, así como un corredor que permite observar el monumento en todo su contorno. El acceso es gratuito.

Fuente: México lindo y querido

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