Desde el momento que pisas el malecón de Rosarito puedes sentir la suave brisa del mar al tiempo que el sonido del suave oleaje te embarca a un mundo sin estrés; se acompasa con el sonido de las gaviotas al volar que te libera para disfrutar del surf, el buceo, las caminatas o apasionarte por su vida nocturna.
Imagina tenderte en sus playas mientras los rayos de sol broncean tersamente tu piel y a lo lejos ves a las ballenas migrando hacía aguas cálidas. Salir de un relajante masaje en alguno de sus spas, para después disfrutar de una enorme langosta son sólo esbozos de Rosarito.
Imagina tenderte en sus playas mientras los rayos de sol broncean tersamente tu piel y a lo lejos ves a las ballenas migrando hacía aguas cálidas. Salir de un relajante masaje en alguno de sus spas, para después disfrutar de una enorme langosta son sólo esbozos de Rosarito.
Fuente:
Visit México
Comentarios
Publicar un comentario