En pleno desierto se encuentra uno de los pueblos más enigmáticos del país. En él existe un microuniverso tan importante, que incluso la NASA acude a hacer investigaciones. Y es Pueblo Mágico desde 2012. ¿Por qué es tan importante?
Este pueblo se encuentra a 277 km de Saltillo, capital del estado de Coahuila, en plena región central del desierto. En tiempos lejanos lo habitaron indígenas cualitecas. Su primera fundación mestiza fue a mediados del siglo XVIII pero la definitiva fue en 1800.
Millones de años atrás, Cuatro Ciénegas formaba parte del Mar de Tetis. Cuando se retiró el mar emergió junto con la Sierra Madre Oriental. Su biodiversidad permite saber cómo era la vida hace 500 millones de años.
No hay diversidad de fauna más extraña como en la Reserva de la Biósfera Cuatro Ciénegas. Sus animales conservan rasgos de especies antiguas. La más famosa es la tortuga bisagra, pero también están la lagartija dorada, la tortuga de concha blanca y dos especies de mojarras.
También son interesantes las Dunas de Yeso. Están a 18 km del pueblo y son más de 800 hectáreas de sulfato de calcio cristalizado. Sus arenas forman estructuras caprichosas, como El Castillo, ideales para fotografiarlas.
En el pueblo también hay mucho que ver. Como la Parroquia de San José, con una estructura neoclásica y hecha con piedras de estromatolitos. O la Casa de la Cultura, donde vivió la familia de Venustiano Carranza. O el Museo Venustiano Carranza, con documentos, fotografías y objetos del caudillo revolucionario, quien por cierto nació aquí.
No te puedes ir de aquí sin tomarte un buen vino. Para eso tienes que visitar las Bodegas Ferriño, que fundó Miguel Ferriño en 1860, y cuyo vino más conocido es Sangre de Cristo; o Vinos Vitali, que además hace delicioso vino generoso tipo jerez.
En muchas de las pozas de Cuatro Ciénegas se puede practicar el buceo. También se puede practicar senderismo y ciclismo de montaña. Cerca se encuentra El Cerro del Muerto y la Mina de Mármol, donde se puede hacer rapel y demás actividades de montañismo.
Millones de años atrás, Cuatro Ciénegas formaba parte del Mar de Tetis. Cuando se retiró el mar emergió junto con la Sierra Madre Oriental. Su biodiversidad permite saber cómo era la vida hace 500 millones de años.
También son interesantes las Dunas de Yeso. Están a 18 km del pueblo y son más de 800 hectáreas de sulfato de calcio cristalizado. Sus arenas forman estructuras caprichosas, como El Castillo, ideales para fotografiarlas.
En el pueblo también hay mucho que ver. Como la Parroquia de San José, con una estructura neoclásica y hecha con piedras de estromatolitos. O la Casa de la Cultura, donde vivió la familia de Venustiano Carranza. O el Museo Venustiano Carranza, con documentos, fotografías y objetos del caudillo revolucionario, quien por cierto nació aquí.
No te puedes ir de aquí sin tomarte un buen vino. Para eso tienes que visitar las Bodegas Ferriño, que fundó Miguel Ferriño en 1860, y cuyo vino más conocido es Sangre de Cristo; o Vinos Vitali, que además hace delicioso vino generoso tipo jerez.
En muchas de las pozas de Cuatro Ciénegas se puede practicar el buceo. También se puede practicar senderismo y ciclismo de montaña. Cerca se encuentra El Cerro del Muerto y la Mina de Mármol, donde se puede hacer rapel y demás actividades de montañismo.
Cuatro Ciénegas es uno de los Pueblos Mágicos más enigmáticos y apasionantes no sólo del Norte, sino de todo el país.
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