10 maravillas que le ha dado el mar a México



Montañas, selvas, llanos, ciudades, pero sorpresa: ¡México es 62% mar! Mientras su superficie continental es de casi 2,000 kilómetros cuadrados, el oceánico rebasa los 3,000. Además, 17 estados tienen costas y somos bisagra entre los océanos más importantes del mundo: casi 8,000 kilómetrosde costa con el océano Pacífico y más de 3,000 de cara al Atlántico. Con tantos litorales, imposible no tener sorpresas naturales, turísticas, culturales y hasta gastronómica.

1. Ballenas que cantan (Baja California, Jalisco, Nayarit)

Durante el invierno, en Los Cabos, Puerto Vallarta y Bahía Banderas, las ballenas jorobadas y grises entonan los cantos más bellos de la naturaleza, para atraer a sus hembras. Nadan y saltan fuera del agua, con sus 40 toneladas y sus casi 75 metros de longitud. Migran desde Alaska, un viaje redondo de 9,654 kilómetros. La profundidad de su canto excede toda distancia.

Espectáculos de ballenas jorobadas y grises en muchas partes de México.PUEBLOSMEXICO

2. Jaibas rellenas: los platillos del puerto (Tamaulipas)

En el puerto de Tampico, se prodigó riqueza y cultura durante el Porfiriato. Con la opulencia se creó una gastronomía de alto nivel. De las maravillas que se crearon trascendieron las jaibas rellenas: empanizadas, sazonada con queso parmesano, por su originalidad sigue siendo uno de los grandes platos de México para el mundo

Sabores del puerto. COCINAYCOMPARTE


3. Valle de Guadalupe: vino con sabor a mar (Baja California)

Su cercanía con el océano Pacífico y Ensenada (poco más de 40 kilómetros) ha dado a estos viñedos sabores y consistencias especiales. Es una zona rocosa-montañosa, sobre los márgenes del arroyo Guadalupe, con condiciones climáticas mediterráneas. Desde tiempos coloniales, los franciscanos cultivaron olivo, peras, albaricoques, pero sobre todo vid. Este afán se trasladó a la comunidad rusa que vivió aquí en el siglo XIX y ahora es el sitio donde todos los amantes de los vinos quieren estar.

Un vino con sabor a mar. MILENIO

4. Caribe, ancestros, cenotes: la Riviera Maya

Había pueblos escondidos, cenotes misteriosos y vestigios de ese enigma que siguen siendo los mayas, todo a la orilla del mar Caribe. En los noventa, estos sitios se agruparon en un corredor turístico, que va de Puerto Morelos a Punta Allen. La belleza de la Riviera va de una ciudad cosmopolita como Playa del Carmen, a la placidez de Akumal, los yacimientos arqueológicos de Cobá o la Reserva de la Biosfera Sian Ka'an. Asombro tras asombro para los viajeros, siempre con el Caribe de fondo.

Los hermosos misterios de la Riviera Maya. SPOTMYDIVE

5. Riviera Nayarita: playas vírgenes y huicholes (Nayarit)


A lo largo de 307 kilómetros, desde Nuevo Vallarta, Nayarit, hasta Boca de Tecapán, se sucede un paraíso de playas, manglares, humedales, lagunas costeras, vestigios arqueológicosy reservas ecológicas. Además, la presencia de los wixárikada color y mística al corredor. Desde campos de golf y hoteles resort en Nuevo Vallarta, hasta playas vírgenes de Destiladeras. Y por supuesto, Sayulita, el bastión del surf. Y la Isla de Mexcaltitlán, que según algunos puede ser la legendaria Aztlán.  

Sayulita, Nayarit. VALLARTATRIBUNE

6. El zapateado de los jarochos (Veracruz)

Los jarochos son, en esencia, los habitantes de la cuenca del río Papaloapan. Con el tiempo, el término se ha extendido al veracruzano porteño (Tlacotalpan, Alvarado, el puerto de Veracruz). Hay una forma única de ser jarocho: trajes blancos, paliacate al cuello, vestidos albos con resabios españoles, zapateado contundente, coplas con jaranas, requinto y arpa. La cultura jarocha es portuaria: funde lo español, lo indígena y la negritud. Por eso son tan sabrosos sus bailes afrocaribeños, como el danzón.

Ritmos jarochos. FORUMBIODIVERSITY

7. Playas hippies: Huatulco, Zipolite, Mazunte (Oaxaca)

Los hippies que iban a Oaxaca buscando experiencias psicodélicas, terminaron encontrando playas alucinantes. La referencia obligada es Huatulco, con sus nueve bahías y sus 36 playas, pero también debe mencionarse a Zipolite, la única playa nudista “oficial” de México. Y la nueva moda que es Mazunte, que ha agregado temas ecológicos y de sustentabilidad: como reactualizar el “paz y amor” con millennials ciclistas y emprendedores.

Mazunte, Oaxaca. MASPORMAS

8. La ciudad maya que mira al mar: Tulum (Quintana Roo)

Sigue sorprendiendo esta ciudad arqueológica que mira al mar Caribe desde un acantilado. Fue sitio estratégico para el comercio, además de observatorio astronómico. Sus principales edificios son El Castillo, el Templo del Dios Descendente y el Templo de los Frescos. Su redescubrimiento, el siglo pasado, creó un turismo playero y arqueológico, porque aquí está lo mejor de dos y de muchos mundos

Tulum, Quintana Roo. RIVIERAMAYA.COM

9. Acapulco, el puerto que siempre renace (Guerrero)

En la Colonia fue ruta de intercambio entre Oriente y América. Durante 200 años fue el destino de la Nao de China, con maravillas orientales. En el siglo XIX, cayó en el olvido, pero cuando lo visitó el príncipe de Gales, que después sería el rey Enrique VIII, lo convirtió en el hype mundial. Aquí se casó Elizabeth Taylor, aquí fue la luna de miel de John F. Kennedy, aquí coincidieron escritores, cineastas, artistas y jet set; después, fue la playa favorita de México. Con la creación de nuevos destinos turísticos, Acapulco ha perdido relevancia… pero no olviden que este puerto siempre renace.

Acapulco, Guerrero.

10. Piratas en Campeche

Durante la Colonia, los galeones españoles, plenos de riquezas, eran atacados en su viaje transatlántico por navíos piratas. Los corsarios llegaron incluso a los puertos. En Campeche, se debió construir una gran muralla para protegerse. En 1686, se puso la primera piedra; la obra concluyó en 1704 e impidió nuevos ataques. El terror a los piratas se convirtió, con el tiempo, en una cultura de leyendas románticas y afanes aventureros en la costa campechana.

Fuerte de San Miguel, Campeche. STATIC.PANORAMIO
Fuente:

Comentarios