La Ferreria, Durango

El primer reporte científico sobre la existencia del sitio, fue presentado por el antropólogo norteamericano Alden Masón en el año de 1948; cuatro años después Charles Kelley, con un grupo de estudiantes de Universidad de Chicago, inició los primeros trabajos de investigación, a raíz de los cuales extrajo múltiples piezas arqueológicas y redactó tres ensayos. Desconocemos cuál fue el destino final de dichos materiales culturales, sin embargo a Kelley le sirvieron como instrumentos para la tipificación del sitio. A él debemos la fecha de la ocupación (800 a1450 de nuestra era) y su posible filiación a la cultura Chalchihuites, rama Guadiana.

Pasadas las investigaciones de Kelley, el sitio sufrió durante 40 años las tristes consecuencias de la destrucción y el saqueo de traficantes profesionales de piezas arqueológicas.

Después de un tiempo el gobierno del estado prestó su apoyo para la recuperación del sitio. En el verano de 1993 financió la ampliación de la temporada de campo por un mes; en 1994 editó el informe científico del año anterior y en los últimos tiempos se ha hecho cargo de la protección física de la parte recuperada de la zona, así como de la construcción de elementos necesarios para su apertura a través de las secretarías de educación, cultura y deporte, comunicaciones y obras públicas.

En sólo tres temporadas de investigación (1993, 1994 y 1996) se han descubierto importantes conjuntos arqueológicos, entre los que destacan: la estructura piramidal oriente, el juego de pelota, las columnas y los patios hundidos. Así mismo, se han encontrado objetos como: pedacería de cerámica y algunas piezas completas de lítica (puntas de flecha, hachas y morteros).

Es interesante destacar entre los hallazgos arqueológicos a: espacios rituales circulares, huesos de aves y anillos de piedra que emparentan a la cultura de la Ferrería con la tradición e las culturas del suroeste norteamericano y en especial con Paquimé, lo que podría significar hipotéticamente que el sitio de la fusión entre las culturas mesoamericana septentrional tardía y la del suroeste norteamericano.

A pesar de no haber concluido las investigaciones sobre la zona arqueológica, existe un proyecto para inaugurar un museo de sitio, en el que habrán de exponerse las 250 piezas localizadas.

Recorrido: Rocas grabadas. Se trata de dos grandes rocas que fueron grabadas por miembros de un grupo de cazadores-recolectores que visitaban el sitio periódicamente para aprovechar los recursos naturales: la primera de ellas muestra una pequeña imagen, que representa a un sacerdote con los brazos en alto y que porta un tocado ceremonial con una cornamenta. Puede notarse que la roca fue parcialmente pulida y es el punto central de una pequeña área dedicada al culto, que se consideraba habitada por deidades protectoras. La segunda de las rocas grabadas se localiza al pie del cerro, y a pesar de estar muy deteriorada, se puede identificar una escena de cacería en la que aparece un hombre con un arco, asociado a dos mamíferos.

Casa de las estructuras escalonadas: Éste es un pequeño conjunto en el que puede verse un patio hundido, detalle característico del modo de construir en esa región en la época prehispánica; en tres de los lados del patio hay plataformas de rocas y lodo, que sirvieron para sostener las habitaciones de los antiguos pobladores del sitio. En el área también se realizaron actividades de molienda.

Casa de los dirigentes: Es una construcción de uso habitacional, cuyo patio hundido hubo de ser tallado en las grandes rocas del sitio. Pueden verse los restos de habitaciones adyacentes así como los desagües originales.

Alrededor del patio se localizan plataformas que, al igual que en los otros casos, debieron sostener casas de troncos con techos de hierba. Estas construcciones son adyacentes a la Sala de las columnas y a la pequeña casa.

Sala de las columnas. Se trata de los restos de una pequeña plataforma de rocas que contaba con algunas columnas formadas por grandes piezas cilíndricas, y que debió ser un área de reunión, posiblemente de carácter ritual.

Casa colonial. Adyacente a la Sala de las columnas, se localizan los cimientos de un pequeña casa rústica que posiblemente date de la época colonial; se trata de una casa habitación sencilla, en la que se efectuaron algunas de las actividades relacionadas con fundición de metales. Casa con piso de piedra. Para llegar a este punto es necesario subir al cerro por una vereda original, señalada con flechas, que pasa junto a dos morteros fijos que deben corresponder a la ocupación de los grupos nómadas y que posiblemente fueron reutilizados por los grupos agricultores.

A la mitad del talud se encuentra un pequeño patio hundido a uno de cuyos lados se talló la roca madre para conformar un piso y pared de dos paredes, lo que debió ser un trabajo agotador para gente que no contaba con herramientas de metal. En la esquina de aquel recinto se puede ver que los constructores hicieron un mortero fijo que en la época colonial, fue decorado con dos cruces para sacralizar el lugar.

Casa de los sacerdotes. En ésta se pueden observar los límites de algunas habitaciones, una cisterna y varios canales que sirvieron para evacuar un basamento piramidal que fue el soporte del templo principal de la ciudad, esta edificación es austera; contaba con escaleras y rampas, así como con un pequeño patio hundido en la parte alta.

Juego de Pelota. Es una de las construcciones más deterioradas del sitio, son dos alineamientos de roca que fueron parte de los muros paralelos de una construcción donde se practicaba el juego ritual de pelota. Pueden verse también dos banquetas hacia el lado de adentro, así como la forma de la planta, semejante a la de una de grandes dimensiones.

Cómo llegar: El sitio arqueológico La Ferrería se localiza a 7 kilómetros al sur del centro de la ciudad de Durango, en el ejido 4 de Octubre; se llega a él por la carretera a La Flor.

Información del sitio: Los horarios son de lunes a viernes de 9:00 a 17:00 horas. El sitio cuenta con un pequeño estacionamiento.

FUENTE: ZONA ARQUEOLÓGICA LA FERRERÍA

Comentarios